Últimamente muchas personas escriben quejándose por el soporte y prestaciones de su mpx200. Algunos, incluso, de malas maneras. Entendemos que es un desahogo, porque nosotros nunca hemos recomendado un trasto de esa clase, sino que nos hemos limitado a contar qué hace y cómo funciona, cosa que suele servir para hacer una compra fundamentada. Da la sensación, por lo que comenta el personal en los comentarios, de que hay una venta de terminales de saldo. Mal asunto, y veamos por qué:

En el momento de escribir esto (en septiembre de 2006), el mpx200 y 220 son dos teléfonos antiguos, primerizos en su género. Es más, es que el mpx200 fue el primero con windows, y el mpx220 fue un intento de arreglar sus defectos sin sacar un terminal nuevo enterito. Como los lectores podrán imaginar, ser el pionero de una generación tiene sus pegas. Por tanto, cualquiera que compre uno debe saber a lo que se expone. Tanto más con cualquier teléfono, teniendo en cuenta que no se diseñan para que duren más de dos o tres años.

Aquí mismo hemos señalado sus defectos y virtudes. Poca cobertura, poca batería.

Dicho lo cual, hay que señalar que:

1. El mpx200 es un teléfono que se ha empleado (y se sigue empleando) en entornos empresariales, muy exigentes con el rendimiento y prestaciones. Nosotros mismos lo hemos usado durante año y medio y estamos apenados de no utilizarlo más, pero no hay más remedio porque han dejado de funcionar.
2. Que las prestaciones y capacidades de esta clase de terminales son muchas y complicadas. Tanto, que en su tiempo libre la gente que los usa lleva teléfonos más sencillos, generalmente personales y mucho más baratos. Es más, casi nadie que yo conozca que use estos cacharros se los compraría para uso particular. Son terminales de trabajo. Ahora que lo pienso, las personas que sólo usan este tipo de terminal son empresarios, gerentes y gurús, es decir, la clase de persona que nunca deja de trabajar.
3. Que cualquiera puede experimentar con este o cualquier otro teléfono, pero debe saber a lo que se expone.
4. Que son terminales caros y complejos, y que no te puedes creer la propaganda de que son fáciles de usar. Que el hecho de que en el anuncio salga una chica sonriendo con el teléfono no significa nada.
5. Que a caballo regalado no le mires el diente.
6. Que no se te ocurra comprarlo a precio de saldo y sin soporte.
7. Que la absoluta mayoría de los problemas que comentan nuestros lectores deberían resolverlos el fabricante y el vendedor, que normalmente no lo hacen o te ponen pegas y barreras para llegar siquiera a donde ellos. Lo que debería haceros pensar: te lo venden y salen corriendo.